Abocetando
Viajaba en el metro con su cuaderno, lápiz en mano. Abocetaba ligera, caras, rostos. Discreta, apenas nadie se daba cuenta. Así hacía más dulce el trayecto y satisfacía su natural nerviosismo.
Era rubia, con el pelo corto. Sus ojos siempre alerta, su lápiz veloz.
En una parada se subió una chica, apenas la vió, ocupada en dibujar el rostro entristecido de un anciano pasajero. Se había sentado delante de ella, le miró y para su sorpresa sacó su propio cuaderno y empezó a dibujarla también.
Sonrojada bajó la mirada y se escondió tras su bloc.
Ya se había enamorado de ella.
D.
Era rubia, con el pelo corto. Sus ojos siempre alerta, su lápiz veloz.
En una parada se subió una chica, apenas la vió, ocupada en dibujar el rostro entristecido de un anciano pasajero. Se había sentado delante de ella, le miró y para su sorpresa sacó su propio cuaderno y empezó a dibujarla también.
Sonrojada bajó la mirada y se escondió tras su bloc.
Ya se había enamorado de ella.
D.
Etiquetas: En Madrid
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio