Desayuno en el hotel
Al levantarme esta mañana, como era pronto para despertar a mis compañeros de proyecto en Sao Paulo, me bajé a desayunar al aséptico buffet del hotel, solo. Mientras sorbía discreto el café, pensaba en el sueño que acaba de tener esa noche.
Soñé que peleaba en una batalla:
No más de dos ó tres veces en mi vida, recuerdo haber soñado algo parecido. Había una masa infinita de soldados bien armados a mi alrededor, pero yo me lanzaba contra todos ellos, una y otra vez. Clavaba sin fin, mi sable entre el cerrado muro de cuerpos, los despedazaba y gemía de emoción y agotamiento.
Estaba sólo, rodeado, pero no tenía miedo. Luego, pensé en tí.
D.
Soñé que peleaba en una batalla:
No más de dos ó tres veces en mi vida, recuerdo haber soñado algo parecido. Había una masa infinita de soldados bien armados a mi alrededor, pero yo me lanzaba contra todos ellos, una y otra vez. Clavaba sin fin, mi sable entre el cerrado muro de cuerpos, los despedazaba y gemía de emoción y agotamiento.
Estaba sólo, rodeado, pero no tenía miedo. Luego, pensé en tí.
D.
Etiquetas: marcianadas siderales, Sao Paulo
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