Llegan los malos

Nuestros enemigos están muy cerca. Entre nosotros, te siguen, te escuchan, te tiran de la lengua... Y no con buenas intenciones.
Nosotros, según ellos, tenemos que probar, cueste como cueste que estamos equivocados.

Me sorprende como todo se puede empezar a acabar por la envidia de la gente. Me  sorprende como la vida no es más que un montón de mentiras rumiantes en nuestras cabezas.

Solo una nota a modo de descargo: Con tanta mediocridad no se llega muy lejos, salvo haciendo mucho daño. Lo digo para que se lo vayan pensando.
D.