Años para avergonzarse
Ahora que tienen las vergüenzas al aire la buena gente del PP (pobres, tanto como han bramado, y hay nada más chungo que criticar la paja en ojo ajeno), me encantaría por fin que alguien se manifestara, diera la cara o simplemente mencionase, aquel objetivo central de la especulación y la corrupción de la época pelotazo: el frontón Beti Jai.
Esa joyita del patrimonio madrileño, un bien de interés cultural (seguro que ya ni saben que significa esta categoría) que a nadie le importa, se salvó de las garras de todos esos chorizos del ladrillo, en medio de los años del reloj de oro como muestra de cariño testicular (te quiero un huevo), donde la mayoría veía y callaba ante tanto atropello...
A pesar de todo y gracias a los héroes de la CIPAM, el solar del Beti Jai no es ahora un hotel de lujo, como quería Gallardón y la Corulla, pero el edificio aunque aún en pié, sigue en un peligroso estado de ruina. Sigue cerrado a cal y canto, para más escarnio de los 37,8 millones de euros del 2016... Gasto público, mentiras y cenas de las caras, para que soñaran despiertos y, así, olvidar la pesadilla del fiasco de tener la instalación deportiva más antigua y hermosa de la ciudad candidata en estado de ruina.
Con esta clase política, España seguirá siendo por siempre un país tercermundista.
D.
Etiquetas: Espein is diferen, Fronton Beti-Jai, Polémicas chorras, prevaricación
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