Vida en el Matadero

Bajamos a ver Vida 11.0. Las sugerencias de Quique y Fabián, asiduos mediabaleros, y poder saludarles viendo como reparaban las máquinas, me animaron a acercarme a Legazpi este sábado acompañado de Sampedro. La expo tan bella como olvidable, chocaba con el siempre inhóspito Matadero, lugar extraño que me deja frío. Quizá me hace pensar demasiado en la censura de la fiesta rapera, pero al margen de especulaciones personales, lo que me fascina es, viendo su estado actual, como representa en la práctica el fracaso de cierta cultura espectáculo.

Me hace gracia, como cada vez que entro me olvido de lo que veo y me imagino, teatro alternativo en alguna nave, pared con pared con una pista de tenis, un polideportivo o una biblioteca. Con los chavales del barrio fumando porros en el patio y pillando wi-fi por la cara en todo el recinto. Pero sobre todo me hace recordar mi visita al c. c. de Sao Paulo, un centro de cultural de verdad y no la mierda ésta, que se ha apoderado falsamente de la cultura y el teatro contemporáneos.
D.