2.08.2009

Carta de felicitación a Paz Santacecilia

Si en Duques de Bergara Unplugged, Sergi Faustino (por cierto, aún podrán disfrutarla otra vez en Madrid) nos hacía ver un decorado que no existía, nos hacía sentir unas sensaciones, como si estuvies allí mismo, de una historia que en realidad sólo nos era contada, anoche pudimos asistir a su particular antítesis: Long Life.

The New Riga Theatre nos trajo una obra de teatro que se basaba en sumergirse a pocos palmos de una escenografía perfecta (de hecho la entrada del público es por un pasillo de la casa), toser el polvo acumulado, gozar con el hiperrealismo del decorado u oler las sardinas fritas.
Actores increíblemente caracterizados hasta la sorpresa final, que deambulan con problemas entre este abigarrado universo, gimen, rezongan en sus pequeñas vidas. Cotidianidad anónima y patética, a ratos muda y amarga. Pero, también a ratos ruidosa, absurda y surrealista, de un modo que me recordaba a los follones que montaba el Mr. Hulot en la películas de Jacques Tati.

Un montaje sublime que normalmente debería de haber venido al Festival de Otoño, pero que Paz Santacecilia nos ha traído a nuestra Escena Contemporánea, para dejarnos simplemente con la boca abierta.
D.

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