He peleado toda mi vida por no hacer ningún caso a los demás. No hay mejor enemigo que las buenas intenciones de quienes dicen amarte, aconsejarte y querer ayudarte. Lo siento, pero a todos ellos hoy tengo que confesarles algo, siempre me he callado por buena educación y para no herir sus sentimientos: que no me sirven como modelos morales, pues sus existencias me parecen miserables y tristísimas.
Mis verdaderos amigos, la gente que me quiere de veras, me acepta como soy.
D.
Etiquetas: verdades como puños
2 comentarios:
Suficiente.
Idem Tina, idem.
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