2.20.2018

Soldier Paradise



En 1949 el ejercito nacionalista de Chang Kai-chen se retira al archipiélago de Kinmen ubicado a tan sólo dos kilometros del continente, tras la derrota contra las fuerzas comunistas de Mao Zedong. Unos 50.000 soldados toman estas pequeñas islas, y hasta entonces pacífico lugar, con la orden de no rendirse jamás y ser el último bastión de la China nacionalista y del capitalismo. A pesar de la cercanía y la enormidad del enemigo resistieron hasta hoy en día, gracias al tesón de sus habitantes que construyeron una vasta red de túneles y a la ayuda de la Quinta flota estadounidense.

(Mientras la gran isla de Taiwán, recien liberada de los japoneses, se vió tomada por los nacionalistas chinos y sometida bajo un regimen militar a la más larga ley marcial conocida en la historia reciente. Ahí nace la paradójica situación de este pequeño país: Taiwán colonia nipona desde el segunda mitad del siglo XIX se volvía China (capitalista). Y las islas de Kinmen (más chinas que los fideos fritos) se volvieron taiwanesas. El mundo al revés, por orden y verbigracia de otro dictador).

Al principio las tropas se alojaron improvisadamente entre las casas de los nativos, las viviendas vacías de los muchos emigrados al sudeste asiático o en algunos templos locales. En seguida, las tensiones se hicieron evidentes y se contabilizaron las primeras violaciones de mujeres locales por parte de soldados.
En 1951 se establece el primer establecimiento denominado "El paraíso del soldado" bajo propuesta del Ministerio de Defensa. Las prostitutas fueron "reclutadas" desde todos los burdeles de Taiwán y llevadas a aquellas pequeñas y miserables islas. En 1961 esta red de establecimientos se vuelven a bautizar con la eufemística denominación de "Casas de té especiales".

Las reglas de estos burdeles militares, "Casa de té especial", eran las siguientes:
- El personal no militar tiene prohibido el acceso.
- Al adquirir un ticket de uso se debe mostrar la tarjeta de identificación militar.
- No se permiten armas dentro del recinto.
- No se permite diálogos sobre asuntos o secretos militares.
- Cada boleto tiene una duración máxima de 30 minutos.
- Aquellos soldados que rompan las reglas pueden enfrentarse a un tribunal militar.

El "personal de la Casa" no puede dejar el lugar sin permiso, ni revelar secretos militares, ni servir fuera de la casa o faltar a los chequeos de salud (todos los martes) y exámenes de sangre (cada tres meses).

Taiwán es una democracia consolidada hoy en día. Amenazada internamente por la corrupción y el clientelismo políticos (nos suena) y en el exterior por la tozuda diplomacia china, es una nación soberana, independiente de facto que no ha tributado jamás a un tercero. Es un lugar próspero y tolerante (no en vano ha legalizado el matrimonio homosexual antes que ningún otro país de Asia y es la nación con mayor esperanza de vida e integración laboral femenina del orbe).

A pesar de no tener una ley de memoria histórica, y que la foto del infame dictador aún preside su parlamento o las monedas de curso legal y los corazones de muchos de generaciones pasadas, este raro lugar en el mundo parece estar limpiando los estigmas del pasado haciendo memoria de lugares como éstos: Las "Casas de té especiales".

D.

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