Mantenerla, no enmendarla
Leo las viejas notas de prensa sobre el Beti Jai y me quedo sobrecogido. Para toda la prensa, en aquellos años del ladrillo, el hotel que planeaba la Corulla significaba la "recuperación" del frontón. Me sobrecoge aún más viendo el estado actual de los dos edificios que fueron en ese momento (y parte de la misma operación) desprotegidos por el ayuntamiento el Palacio de Villagonzalo o de Uztáriz (en la imagen).
Hoy, por culpa de la crisis y de que el señor Roca está en procesado, ahí están abandonados a su suerte. Aún así, curiosamente, a pesar de estar paradas las obras del hotel, como hay arquitectos para todo, se han esmerado en una tarea de destrucción paulatina de todos sus valores patrimoniales originales: los frescos, distribución interior, la cubierta original... No sea que venga un día un ayuntamiento rojo y nos los expropien por que valgan algo....
Volviendo al Beti Jai, el otro proyecto de progreso y riqueza del pack Corulla, me asusta pensar como los especuladores han pasado de alardear que el hotel en el solar de Chamberí era "cosa hecha" y Gallardón de pedir a técnicos y funcionarios que trabajasen para eliminarle definitiva y trágicamente la protección al viejo frontón, a defender ahora que lo están protegiendo, que están buscando soluciones...
Hoy, cinco años después, y gracias a las presiones de un grupo sin apenas reconocimiento y casi ilegal para la mirada de los que manejan nuestras instituciones: unos simples vecinos, el ayuntamiento de Madrid ha empezado a presionar a la propiedad para protegerlo.
Con la boca pequeña, claro, los técnicos municipales antes encargados de recalificarlo, ahora se han vuelto diligentes, claros, expeditivos en la salvaguarda, rozando presuntamente tras este paradójico y escandaloso proceder de años, lo que se conoce como prevaricación.
Da pena si, que nadie llame, que nadie de las gracias. Da pena que sigan los mismos gobernantes de antaño empoltronados en el sillón. Sin reconocer el equívoco o pedir perdón por destruir otro frontón protegido, bajo el mismo argumento de riqueza y progreso, en la calle Doctor Cortezo, el Frontón Madrid, para construir otro hotel "fantasma".
Da pena verles siempre negando la realidad y la verdad, aprovechándose ahora de la labor de unos vecinos comprometidos sensibles, apolíticos y dotados de una fuerza y un coraje inusual.
Entonces es cuando te despiertas y ves que nuestros perezosos, mezquinos y corruptos políticos no tienen ya ninguna legitimidad.
D.
Hoy, por culpa de la crisis y de que el señor Roca está en procesado, ahí están abandonados a su suerte. Aún así, curiosamente, a pesar de estar paradas las obras del hotel, como hay arquitectos para todo, se han esmerado en una tarea de destrucción paulatina de todos sus valores patrimoniales originales: los frescos, distribución interior, la cubierta original... No sea que venga un día un ayuntamiento rojo y nos los expropien por que valgan algo....
Volviendo al Beti Jai, el otro proyecto de progreso y riqueza del pack Corulla, me asusta pensar como los especuladores han pasado de alardear que el hotel en el solar de Chamberí era "cosa hecha" y Gallardón de pedir a técnicos y funcionarios que trabajasen para eliminarle definitiva y trágicamente la protección al viejo frontón, a defender ahora que lo están protegiendo, que están buscando soluciones...
Hoy, cinco años después, y gracias a las presiones de un grupo sin apenas reconocimiento y casi ilegal para la mirada de los que manejan nuestras instituciones: unos simples vecinos, el ayuntamiento de Madrid ha empezado a presionar a la propiedad para protegerlo.
Con la boca pequeña, claro, los técnicos municipales antes encargados de recalificarlo, ahora se han vuelto diligentes, claros, expeditivos en la salvaguarda, rozando presuntamente tras este paradójico y escandaloso proceder de años, lo que se conoce como prevaricación.
Da pena si, que nadie llame, que nadie de las gracias. Da pena que sigan los mismos gobernantes de antaño empoltronados en el sillón. Sin reconocer el equívoco o pedir perdón por destruir otro frontón protegido, bajo el mismo argumento de riqueza y progreso, en la calle Doctor Cortezo, el Frontón Madrid, para construir otro hotel "fantasma".
Da pena verles siempre negando la realidad y la verdad, aprovechándose ahora de la labor de unos vecinos comprometidos sensibles, apolíticos y dotados de una fuerza y un coraje inusual.
Entonces es cuando te despiertas y ves que nuestros perezosos, mezquinos y corruptos políticos no tienen ya ninguna legitimidad.
D.
Etiquetas: De cómo este país se convirtió en un infierno, En Madrid, Fronton Beti-Jai, prevaricación
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