6.20.2009

Se desangró


Rubén
me lo descubrió, y Rubén me anunció el final de unos de mis blogs de cabecera: mi putaperrera.

Fiel reguero de destellos emocionales e inspirados de la dramaturga Angélica Lidell, personaje y ser humano tan magnífico como grandilocuente.

Goteo de exabruptos y diatribas (contra todo díos) en formato de blog, perfectamente a la altura del resto de sus propuestas artísticas, y como ellas, tan insostenibles física, y emocionalmente.

Terminó, pues, quebrándose como la rodilla de Rafa Nadal. No se podía seguir eternamente jugando a ese ritmo de sufrimiento.
¿O quizá sí?
D.

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