La fe en la violencia

Tropa de elite es un película buena, incluso muy buena, de esas que se beben del tirón y revuelven las tripas.

Pero, tras verla, y quizás después de haber vivido dos semanas en las favelas de Sâo Paulo, me he dado cuenta de algunas de sus claves ocultas más escabrosas, y de sus no despreciables trampas. Tropa de elite no es una película sobre Brasil, ni sobre los problemas de corrupción de su sistema funcionarial, ni sobre la visita del papa a Río, ni siquiera sobre la delincuencia en las favelas; es una película de género sobre la educación en la cultura de la violencia. Pero, y aquí está la clave, valdría perfectamente para cualquier otro escenario. Si de fondo ponemos Gaza, la banlieue parisienne, Rusia, Irak o incluso el País Vasco, la película funciona igual.
Esa es su bondad y su defecto.

Al contrario que con Ciudad de Dios, pelí tributaria y con la que se la compara, he de decir que sólo coincide (y ese es el mayor engaño) en el uso de la cámara agitada, la estética MTV, la voz en off y la ciudad: Río de Janerio. En Tropa de elite las presuntas favelas de esta urbe no aparecen como lugar narrado o narrable, sino como un decorado hostil (recordando a la ciudad de Black Hawk derribado), como una irrealidad, solo rota por algún transeunte asustado ante las incursiones policiales. A pasar de estar rodada en escenarios "naturales", todo es algo falso, de palo, como esa manifestación de "ricos".

El otro punto, es que Tropa de elite es una película controvertida, y mucho. La explicación es simple: para contarla se ha elegido un sistema de narración coral (a pesar del narrador principal y constante, el comandante Nascimiento) en el que cada uno cuenta la historia desde su punto de vista.

Es decir, el director ante un tema que nos obligaría "a tomar partido" se muestra neutral, y nos enseña lo que le pasa por la cabeza a cada uno de los diversos personajes. Y éso, claro está, es lo que resulta más aterrador. Puesto que esa actitud, es el antídoto contra la verdadera y única denuncia de esta película: la hipocresía de nuestra miserable sociedad.
D.