8.19.2008

Wall•E

Hay dos películas en Wall•E. Una, la de la animación prodigiosa, paradigma para el cine en 3D del futuro, que asombra y arrastra hasta el último fotograma de la cinta; y otra, la de la primera parte del film, que quizá contenga los mejores minutos de cine de los últimos tiempos. En éstos, se nos sirve en bandeja de plata (para todos los públicos: grandes y chicos) el apocalipsis de nuestra avariciosa y vergonzante sociedad de consumo. ¡Ahí es ná!

Esta obra de arte, de verdad, es una versión futura del mito agridulce y romántico de Charlot. Chaplin vuelve, vestido de chapa y circuítos integrados, eterno antihéroe torpe y despistado que perdido en una realidad abrumadora y hostil (el presente -sin- futuro que vivimos todos y por desgracia el planeta tierra) acaba salvándola de rebote y por amor. La ternura y la humanidad como vindicación anarquista contra el poder y sus formas manipuladoras.

Vayan a ver Wall•E, es posiblemente una de las mejores películas de todos los tiempos.
D.

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Chica, coincido absolutamente. Hay un debate por ahí sobre el cambio de placa base del final, donde se supone que Wall-E pierde su "alma", un poco manido.
Pero vaya, un peliculón.

domingo, agosto 31, 2008  
Blogger Tina Paterson ha dicho...

Si, una pura belleza
D.

lunes, septiembre 01, 2008  

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