7.28.2008

Y después, pena

Volví unos días a mi país antes de volar a Sao Paulo.
Cuando sales fuera para llevar a cabo una vida bis en unos de esos pequeños paraísos que nos rodean, en el mismo instante de la vuelta te das cuenta de como nos han robado la vida con mayúsculas en este país. No lo podemos negar más, todo lo que ocurre se debe a que desde hace siglos estamos dominados por una clase privilegiada henchida de estúpidez crónica, enferma de vagancia, vileza e infinita codicia.

Me asomo perplejo desde el borde de este agujero de la tierra y antes de entrar lo que deseo es salir corriendo para no volver más. No, no hay país como éste (quizá norteamérica). No, nuestros males son nuestros y fuera ya "no cuecen habas". Me he puesto triste de haber nacido en este erial de desverguenza y mentiras. Embustes que nos ponen encima de la mesa para tragar, por la buenas o por las malas. Cómete esta mierda, que luego vendrá otro plato y otro. Eternas cortinas de humo para que no pensemos en lo que de verdad importa:

"Cuando habláis mallorquín, todos parecéis medio maricones".
D.

* Por cierto, dejen de pagar sus hipotecas. No les llega con su sueldo y además son un timo. Exijan que se las page el gobierno. Tienen el mismo derecho al apoyo público que los especuladores y los bancos.
* No voten, ni hagan la declaración de la renta, ¿acaso les hizo caso su gobierno cuando hace unos pocos años se preocupaba ya Vd. por los peligros de otra burbuja inmobiliaria? A qué no, pues, ahora que se jodan.
* No crea nada de lo que le digan los medios de comunicación, y simplemente actue como de verdad desea. Con criterio y buena educación. Si cree que no la tiene, cúrresela un poco.

* Cambié la foto anterior por este recorte de La Vanguardia, encontrado en soitu.es, que tiene toda la pinta de un fake, pero mola bastante.

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