Vigilia
Uno de los problemas de ser vegetariano es tomarse un tentempié rápido en un bar. Ocurre que en esta ciudad que empieza por M, la inmensa variedad de tapas y raciones se hace con carne o embutidos, es más práctico y es lo que hay.
La cosa es que hoy en la barra, con mi cara de despistado, he confesado que no como carne y que por consiguiente no sabía muy bien que pedir.
Al final me he clavado un montado de queso manchego, y a la hora de pagar la señora me ha regalado una torrija. ¿?
-¿Carne? Yo tampoco la pruebo, como estamos en vigilia-, y una mirada feliz en su anciano rostro acompañaba al regalo cómplice.
¡Cielos! Entre vegetariano y cristiano hay muy pocas sílabas de distancia.
D.
La cosa es que hoy en la barra, con mi cara de despistado, he confesado que no como carne y que por consiguiente no sabía muy bien que pedir.
Al final me he clavado un montado de queso manchego, y a la hora de pagar la señora me ha regalado una torrija. ¿?
-¿Carne? Yo tampoco la pruebo, como estamos en vigilia-, y una mirada feliz en su anciano rostro acompañaba al regalo cómplice.
¡Cielos! Entre vegetariano y cristiano hay muy pocas sílabas de distancia.
D.
Etiquetas: De regreso a casa
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