El Síndrome Txiqui Benegas
Un poco antes de navidad me volví vegetariano. Ya había hecho diversas tentativas desde mi adolescencia. A decir verdad, defiendo que los seres humanos seamos omnívoros y considero la carne un delicioso manjar. Sin embargo creo, como la inmensa mayoría, que la dieta adecuada debe ser la del cocido madrileño y no la del filete con patatas, es decir dos o tres partes de legumbres / verduras por una parte de carne y no al revés. Como veis no justifico mi nueva incursión en el vegeterianismo con demasiados argumentos, solo pretendo pasar del dicho al hecho, solo puedo decir que desde huyo del Síndrome Txiqui Benegas.
Por casualidad, volvía ver a este político que fuera tan popular en mi juventud, y cielos ¡estaba muy gordo! Desde entonces me di cuenta que si uno se abandona con la comida puede llegar a llenar dos asientos en vez de uno.
Como todo hijo de esta época, no será yo quien niege el placer de lanzarse a los excesos, a la glotonería, a la avaricia de satisfacer los innumerables deseos que nos hacen poder llegar a tener, pero para mi esto tiene un límite, y me he sentado a comer un poco menos...
Txiqui espero poder resistirlo. Dame fuerzas y ensaladas con queso.
Por casualidad, volvía ver a este político que fuera tan popular en mi juventud, y cielos ¡estaba muy gordo! Desde entonces me di cuenta que si uno se abandona con la comida puede llegar a llenar dos asientos en vez de uno.
Como todo hijo de esta época, no será yo quien niege el placer de lanzarse a los excesos, a la glotonería, a la avaricia de satisfacer los innumerables deseos que nos hacen poder llegar a tener, pero para mi esto tiene un límite, y me he sentado a comer un poco menos...
Txiqui espero poder resistirlo. Dame fuerzas y ensaladas con queso.
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