El Síndrome Txiqui Benegas

Por casualidad, volvía ver a este político que fuera tan popular en mi juventud, y cielos ¡estaba muy gordo! Desde entonces me di cuenta que si uno se abandona con la comida puede llegar a llenar dos asientos en vez de uno.
Como todo hijo de esta época, no será yo quien niege el placer de lanzarse a los excesos, a la glotonería, a la avaricia de satisfacer los innumerables deseos que nos hacen poder llegar a tener, pero para mi esto tiene un límite, y me he sentado a comer un poco menos...
Txiqui espero poder resistirlo. Dame fuerzas y ensaladas con queso.
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