10.10.2011

De visita en Boadilla del Monte

El sábado pasado el Colegio de Arquitectos junto a la Asociación de amigos del Palacio de Boadilla del Monte organizó un acto sobre el mismo dentro de la Semana de la arquitectura de Madrid.



Allá que nos plantamos y nada mas llegar nos asalta un edificio de noble factura del siglo XXI, de acabados de gran calidad arquitectónica y que no desentona ni tapa la vista del Palacio colindante (s. XVIII).

Seguramente esa obra, de prodigiosa oportunidad, sea totalmente legal, según el PGOU del municipio madrileño, pero se asienta completamente sobre una de las entradas históricas del edificio.



Para más rememoranza histórica, la calle donde se aposenta semejante maravilla de la arquitectura contemporánea, se denomina avenida o calle del Generalísimo. De nombre Francisco Franco Bahamonte, popular procer del siglo pasado de atildado gusto por la arquitectura, las leyes, las buenas costumbres y muy amigo de lo suyo y también de lo ajeno, al que en este pueblo madrileño se le recuerda sin ambajes y por encima de la ley, denominada por el alcalde de la localidad con el desliz de: memoria histérica.

Aglezterol Antonio Glez. Terol @latinapaterson la de patrimonio seguro q si, la de memoria histérica queda en manos de los vecinos, es decir, los k vivimos aki

De próceres y de alcaldes va la cosa en este lugar patrio, que ya lleva cuatro del mismo partido político, que han debido dejar su puesto al no entenderles, esta sociedad de sociatas y vagos, el bien que hacen ensanchando hasta el infinito los límites del pueblo con calles y avenidas modernas y dando vivienda de calidad a precios de mercado.

En la charla que, aunque podría parecer lo contrario, no se realiza en el Palacio de marras como era de esperar, sino en una iglesia del municipio cercana cuya vista del Palacio ahora es cortada por el bello ejemplo de arquitectura del siglo XXI o asador.

La charla, que irónicamente versa también sobre la propia restauración de la iglesia y no sobre la del Palacio, nos narra como ese bello ejemplo de arquitectura del siglo XVIII fue entregado al pueblo de Boadilla por la familia Ruspoli, propietarios del edificio en un razonable buen estado en los años 90.

Pero que a día de hoy, tras un sinfín de actividades culturales promovidas por el mismo municipio (nos citan algunas: fiestas privadas, despedidas de soltero...), y la cesión (regalazo) temporal a un organización privada denominada SGAE, para hacerse cargo de su restauración y uso, en la actualidad el lugar se ha convertido en un bello parque temático de ruinas.



Aún así, una de las ponentes (más ironía), autodenomidada Concejala de Hacienda del municipio, propone la iniciativa privada para la salvaguarda del edificio en el futuro. Entonces, un murmullo corre entre los presentes: ¿Llamarán a la SGAE de nuevo?

Volvemos a Madrid, después de comprobar lo bien que se hace todo en este país, el nivel de los políticos y sobre todo el respeto por las leyes. Viva España.



D.

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1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Chapó

lunes, noviembre 28, 2011  

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