Las lesbis que llevas dentro

Las cuentos de Elisa Fuenzalida vienen a ser como el Woody Allen del porno duro. Ironía a raudales, ameno adoctrinamiento y aprendizaje sexual, a partes iguales. Reflexiones sobre las paradojas y adversidades de la vida, mientras te taladra el culo una morena bakala, y unas lesbianas de miniatura se han instalado en tu chichi una temporadita.
En fin, asistimos a una buena literatura pornográfica, aprendías como comer bien un coño y encima ponía mogollón:

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Su vello grueso y abundante ocultaba un chichi color rojo encendido. Estaba húmedo, pero aún ni tenso ni inflamado. Lo probé, lo saboreé. Sabía a pan, a vino blanco, a piedras de playa, a sal.
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Tras la lectura dramatizada en La Revuelta Obscena 3, se declara por aclamación popular: Lo mejor de la noche. ¿No habrá nadie qué publique a esta tía?

Fue el fin de semana de Elisita.
D.