Arrharsh
El discurso está claro: una clase política corrupta de poder y dinero, y sobrada de maldad y necedad (más o menos como la actual), decidió invadir el norte de África. El reto era muy complejo, pues el país acaba de salir de su mayor crisis moral y económica: el desastre del 98.
La ocupación militar definitiva no se hizo efectiva hasta los años veinte de la época de la restauración borbónica. Pero el azar, la mala preparación y la superioridad de los nativos: las tribus rifeñas, hizo que la invasión/colonización fuese derrotada.
Entonces, se produjo un hecho insólito, pero decisivo: un proceso de colonización y de descolonización en mismo momento histórico, que trajo consigo el nacimiento de la primera república islamica moderna: El Rif (casi medio siglo antes que otras, como por ejemplo Egipto o Argelia).
Entonces, la respuesta de las potencias coloniales no se hizo esperar. España decide para cambiar el curso de los acontecimientos, y con la colaboración (no desinteresada) de Francia y Alemania, iniciar un genocidio a base de bombardeos, reconquista militar y sobre todo, el uso indiscriminado de armas químicas tan terribles como el gas mostaza. A pesar de la prohibición de usar armas químicas aprobada unos pocos años antes y por algunas de esas mismas naciones en La Convención de Ginebra.
Hoy, un grupo de gentes que partiendo de las denuncias sociales contra la fábrica de armas químicas de donde salieron todas aquellas armas: La Marañosa, aún zona militar en activo y en ¡Madrid! Decidieron llegar hasta el fondo del asunto e investigar la repercusión de aquel intento de genocidio por parte de una nación colonialista y amparada (sino ideada) por su monarquía y clase dirigente. Casí ochenta años después de los hechos, entrevistaron a los últimos testigos de aquel horror, visitaron los lugares del conflicto (Alhucemas, Annual, La Marañosa, ...) y buscaron, sobre todo, respuestas a una de las más terribles páginas de nuestra historia.
Respuestas para calmar el dolor y para no olvidar.
Así, surgió el documental Arrhash, Veneno en el Rif, de Tarik Il Idrissi y Javier Rada, que se estrenará muy pronto.
*Yo asistí a parte de su rodaje en Alhucemas y diseñé este cartel, aún oficioso.
D.
La ocupación militar definitiva no se hizo efectiva hasta los años veinte de la época de la restauración borbónica. Pero el azar, la mala preparación y la superioridad de los nativos: las tribus rifeñas, hizo que la invasión/colonización fuese derrotada.
Entonces, se produjo un hecho insólito, pero decisivo: un proceso de colonización y de descolonización en mismo momento histórico, que trajo consigo el nacimiento de la primera república islamica moderna: El Rif (casi medio siglo antes que otras, como por ejemplo Egipto o Argelia).
Entonces, la respuesta de las potencias coloniales no se hizo esperar. España decide para cambiar el curso de los acontecimientos, y con la colaboración (no desinteresada) de Francia y Alemania, iniciar un genocidio a base de bombardeos, reconquista militar y sobre todo, el uso indiscriminado de armas químicas tan terribles como el gas mostaza. A pesar de la prohibición de usar armas químicas aprobada unos pocos años antes y por algunas de esas mismas naciones en La Convención de Ginebra.
Hoy, un grupo de gentes que partiendo de las denuncias sociales contra la fábrica de armas químicas de donde salieron todas aquellas armas: La Marañosa, aún zona militar en activo y en ¡Madrid! Decidieron llegar hasta el fondo del asunto e investigar la repercusión de aquel intento de genocidio por parte de una nación colonialista y amparada (sino ideada) por su monarquía y clase dirigente. Casí ochenta años después de los hechos, entrevistaron a los últimos testigos de aquel horror, visitaron los lugares del conflicto (Alhucemas, Annual, La Marañosa, ...) y buscaron, sobre todo, respuestas a una de las más terribles páginas de nuestra historia.
Respuestas para calmar el dolor y para no olvidar.
Así, surgió el documental Arrhash, Veneno en el Rif, de Tarik Il Idrissi y Javier Rada, que se estrenará muy pronto.
*Yo asistí a parte de su rodaje en Alhucemas y diseñé este cartel, aún oficioso.
D.
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