(...) Estoy ardiendo cuando me tumbo sobre sus rodillas, con su chaqueta enorme por encima, cubriéndome de la cabeza a la cintura. No veo absolutamente nada aunque tengo los ojos abiertos. Pero le noto empalmadísimo al rozarle por encima del fino pantalón de casi verano. El olor es muy fuerte y excitante también. Acerco la boca, esperando que sienta el calor húmedo que desprende. Y lo siente. El botón ya está desabrochado. (...)
Lecturas en horario de oficina. Leán al completo este post de
sincables, ... Si consiguen no marearse antes.
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