La imagen fue pintada por Caravaggio del 1603 al 1604.
El sacrificio de Isaac, frustrado, marca el gran salto adelante de la humanidad: "Y sucedió que Dios quiso poner a prueba a Abraham y le dijo: 'toma a tu hijo único Isaac, al que tanto amas, y ofrécemelo como ofrenda quemada (holocausto) sobre una de las montañas que yo te señalaré'... Tomó Abraham la leña y la cargó sobre su hijo, y él tomó el fuego y el cuchillo de degüello e iniciaron la subida al monte; y extrañado Isaac de que iban tan bien preparados para el sacrificio, pero sin la víctima, le preguntó a su padre, y éste respondió: 'Dios proveerá'. Llegados al lugar del sacrificio, Abraham construyó un altar, aderezó sobre él la leña, ató a su hijo de pies y manos, y lo puso encima. Cuando estaba a punto de dejar caer el cuchillo sobre su hijo, el ángel del Señor le dijo: 'no le hagas nada a tu hijo, ahora sé que me eres fiel'. Y girando la vista, vio allí un carnero prendido por los cuernos en un matorral; y tomándolo, lo ofreció en holocausto". Este es el relato abreviado del sacrificio de Isaac. No importa si la decisión de acabar con los sacrificios humanos la tomó Dios, o fue Abraham quien se plantó y dijo que ya estaba bien de tanta barbarie; el caso es que en este episodio bíblico se escenifica la proscripción de los sacrificios humanos, tan naturales entonces, tan a la orden del día, que ni se le ocurrió protestar a Abraham. Isaac creció y tuvo dos hijos: Esaú, que era el mayor y tenía el derecho de primogenitura, es decir de ser el sucesor de su padre; y el menor, que sera Jacob (llamado Israel después de haber luchado con Dios). Pero como este último era el favorito de su madre, acabó siendo el tronco principal de la estirpe de Abraham. Entre medio, la venta de la primogenitura por parte de Esaú a Jacob por un plato de lentejas. Engañaron a su padre para que celebrase el ritual solemne de la bendición con el hermano menor.
Los Isaac celebran su onomástica el 17 de agosto. Motivos tienen para celebrarla con júbilo. Llevan en su nombre la alegría que éste significa; la riqueza, la buena estrella, la prosperidad y la habilidad que caracterizaron al gran patriarca. Y sobre todo hay la escenificación del fin de la barbarie, el cerrojazo definitivo a los sacrificios humanos, y el principio de una nueva humanidad. ¡Felicidades, Isaac!
Precisamente el 17 de agosto. ya, ya...
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