8.10.2011

Riots



La city está confusa. La economía global que ellos dirigen desde esta parte del mundo a medio camino entre Wall Street y Hong Kong, se ha enfriado drásticamente. A pesar de ello, los ejecutivos no llevan corbata, ni algunos chaqueta: medidas contra el calentamiento global. Mientras desploman las bolsas mundiales, los ejecutivos de Londres apenas tienen tiempo para comer, por eso salen corriendo a por un triste sandwich. En realidad, tampoco tienen mucho que hacer. La economía ya está parada, pero ellos siguen cumpliendo su ritual de ir al trabajo, charlar con lo compañeros y, quizá tomarse una cerveza en el viejo pub donde van los de la empresa. Poco se puede hacer ya, aunque las cenizas de entonces aún humean.

Al sureste de Londres, la policía está en las esquinas. Insólito. Es la primera vez que les veo por estas calles. Parece el capítulo de The Wire, cuando buscan con todos los medios a un asesino en serie que no existe sólo por que es un asunto mediático. Allí están parados los bobbies, charlando entre ellos, aburridos ante la noche de tedio que les espera. A pocas millas de aquí ardieron coches y algún comercio fue saqueado, la otra noche.

Hoy, ha vuelto la indiferencia. Algo muy común en esta parte del mundo. Y no sólo por lo que pasa en el resto del planeta, sino por lo que ocurre al lado de sus casas.
D.

Etiquetas: , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio