8.19.2009

Curiosidades paulistas

Sea cual sea el restaurante, lanchonete o sushi bar, en Sâo Paulo se cumple la norma universal no escrita del hostelero de no servir la comida hasta que te hayas terminado la primera botella. La bebida se comparte, pero cuidadín, en este país tan enorme la cerveza más pequeña que te sirven es de 600 ml.

Así, despacito, con elegancia, te apelan a sustituir la vacía por la siguiente que ya lleva en la mano dispuesta para ser abierta. A continuación, y sólo de esta manera, llega el papeo.

Al menos a nosotros, siempre nos lo hacen de esa manera.
D.

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