2.15.2009

Rostro

Todo acaba al fin por aflorar, el cadáver bajo la cama, la infamia, la injusticia eterna.
Sólo déjenle tiempo y descubrirán como la memoria no se borra tan fácilmente, si el agravio es grande y el dolor profundo. Acuérdense, por ejemplo, de las fosas de la Guerra Civil en España.

Así, en un arranque conmovedor y como desde hace miles años: es en forma de canto como nace la tragedia. Y es en forma de rostro, el de una inconmensurable Magaly Solier, que se cuenta esta historia: La teta asustada. Rostro anguloso, imponente, que personaliza y padece todas las metáforas de la sociedad peruana.

Un rostro visible permanentemente que es el medio de expresión de un drama interno, que sólo se detiene cuando, no es éste, quien capitaliza nuestra mirada. Entonces, surge la "realidad" delante de la cámara. Surge, la visión amable de la vida en los cerros, con sus singulares bodas. La vida simple, una sonrisa, los únicos momentos de descanso.
D.

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1 comentarios:

Blogger Elisa Fuenzalida ha dicho...

OSO DE ORO de Berlín!!!!
Nosotros ya le habíamos dado el CHICHI DE ORO DE CHAMBERÍ!!!
YEiiii!!!!!

domingo, febrero 15, 2009  

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