Por encima de la ley

Escucho un programa de radio especializado en arquitectura que anuncia Edgar en su blog. Amigo sensible y formado, consigue que pegue mi oreja con interés a Radio Círculo, mientras me como un sandwich de lechuga en la cocina de mi casa.

Ante una noticia de actualidad, surge en el estudio de la calle de Alcalá el (presunto) debate de si hay que indultar, como al torito de Osborne, un edificio de Barcelona, con grandes premios de arquitectura a sus espaldas, pero que incumple normas de edificabilidad o el PGdU de su entorno, según una denuncia de las asociaciones de vecinos.
La noticia no es interpretada por parte del nutrido grupo de expertos presentes: pues que bien que se cumplen la leyes del estado de derecho, lo cual por cierto, es bastante raro en este país, si hablamos de arquitectura, urbanismo o patrimonio (acuérdense por ejemplo del Beti Jai o de la Marbella de Gil). No, la discusión que fluye en las ondas es más como la escena final de peli de King Vidor: El Manantial... Pero con música de El Fary.

¡Ay! Mi torito, ..., mi torito guapo (de Osborne), es tan bueno que los vecinos que son muy malos o porque se aburren o por joder... lo han denunciado. ¡Ay! Pobre pueblo (literal), clama uno de los arquitectos radiofónicos, pueblo ignorante que no sabe apreciar el regalo que desde la sabiduría y las alturas se le ofrece. Otro arquitecto presente, resopla y pide sensatez (en sentido figurado) ante tanto desmán por culpa de eso de la democracia en la arquitectura...

Tiemblo de pavor, y ante el peligro de atragantarme, huyo de la casa para tomar el fresco. Camino un poco por mi barrio y pienso en todo lo bueno que han hecho los arquitectos por este país, como por ejemplo esa hermosa ciudad de veraneo que va desde Figueras hasta Huelva... los PAUS de Madrí, Madrí o las viviendas del pocero en la verde Seseña,...

¿Qué se creían Vds. qué todos esos ejemplos que jalonan y jalonarán por décadas y décadas nuestra piel de toro (de Osborne) no los han firmado, y cobrado, algún arquitecto colegiado?

Vuelvo a casa y apago la radio.
D.